martes, 12 de abril de 2011

PREPARANDO LAS NABATAS


El sábado día 9 de abril me acerque un ratillo a Laspuña a saludar a los Nabateros de Sobrarbe que estaban preparando y retorciendo los verdugos para construir las nabatas de cara al próximo descenso del Cinca que se va a celebrar el sábado día 21 de mayo.

Hacia un día esplendido y un calor difícil de soportar, pero ahí estaban grandes y pequeños, mujeres y hombres retorciendo  las sargueras con las que atar la madera de las nabatas que se van a construir.

Aprovechando que como siempre que me acerco, encuentro un ambiente  acogedor, distendido y amable, me entretuve charrando con varios de ellos aunque la conversación larga la mantuve con mi amigo  Betato. De entre todos los comentarios pude sacar la impresión , por supuesto  personal e intransferible, de que  en esta tierra no sabemos valorar ni apreciar suficientemente lo nuestro y no somos capaces de poner en valor algo tan nuestro como son las nabatas y el descenso nabatero.

No quiero pecar de pesimista, porque entre otras cosas no lo soy. Tampoco quiero que se vea mi comentario como una crítica hacia nada ni nadie en concreto, sino  como una llamada de atención de como valoramos por lo general nuestras cosas en esta comarca y esta es una faceta que bajo mi punto de vista, debemos y tenemos la obligación de cambiar, porque lo queramos o no, las NABATAS son una seña de identidad de Sobrarbe.

Pienso que las Nabatas y sobre todo los Nabateros, forman parte de nuestra historia y de nuestra tradición. Fue un modo de vida que deberíamos de respetar y ensalzar con todas nuestras fuerzas. Existe una Asociación que curra de lo lindo para que el descenso sea todo un éxito. Hay mucha gente que colabora desinteresadamente  para que cada año se puedan  concentrar cientos de personas venidas de muchos puntos de toda nuestra geografía para ver in situ su paso por el río Cinca. Es un fin de semana de fiesta, de hermanamiento y porque no decirlo, un fin de semana ideal para atraer turistas a una comarca en la que todos nos quejamos de los pocos eventos importantes que tenemos para lograr atraer visitantes, fuera de la época estival. Entonces, ¿porque no somos capaces de arropar con el cariño que se necesita un acontecimiento tan importante no solo para Laspuña, sino para toda la comarca?.

En muchas ocasiones no es solo cuestión de subvencionar monetariamente una actividad de estas características, que también lo es y mucho. Es cuestión de apreciar y de valorar el esfuerzo de mucha gente, que  colabora y  trabaja días y días sin otra aspiración de que todo salga a pedir de boca.

En los descensos  realizados hasta la fecha, he comprobado la presencia de muchos políticos, pero también en muchas ocasiones he echado en falta a muchos de ellos, tanto de la comarca, como de fuera de ella y estoy pensando que quizás, el empujón definitivo que le falta a esta histórica y  preciosa tradición sobrarbense, no sea el conseguir el recaudar más o menos dinero para su realización, sino  un poco de más de cariño, de aprecio y de comprensión por parte de todos nosotros.

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